Australia y Nueva Zelanda: Auckland y Melbourne

Sal a caminar y recorre Tauranga, ubicada en la hermosa Bahía de Plenty. Y sin duda hay muchísimas cosas para hacer. Puedes ir a la playa o descubrir los parques encantadores y la rica historia de Tauranga. Visita una aldea congelada en un momento en el tiempo al quedar enterrada por una erupción volcánica, una experiencia fascinante y conmovedora. Tómate una foto en la Puerta del Infierno, el nombre tan acertado de este parque geotermal se debe a su cantidad de piscinas hirviendo, géiseres fantásticos y baños de lodo; el más grande se llama Poutamu, "la escalera al cielo".

Considerada la "capital del chardonnay de Nueva Zelanda", aunque no oficialmente, las bodegas de Gisborne son una visita obligada para cualquier amante del vino. La región además es uno de los lugares más soleados del país y uno de los primeros lugares del mundo donde sale el sol. Esta ciudad en la costa este de la Isla Norte es famosa por su deliciosa gastronomía, playas espectaculares para hacer surf y por tener una ubicación ideal para aprender sobre la cultura maorí local ya que se puede visitar un marae (lugar de reunión), una aldea maorí y otras atracciones. El faro de East Cape -el punto más oriental de la Isla Norte- es un lugar ideal para disfrutar el paisaje de la zona rural y la costa accidentada.

Esta bellísima ciudad costera de la Isla Sur tiene una mezcla única de belleza natural e historia fascinante. En Dunedin encuentras los exóticos pingüinos de ojos amarillos, osos marinos y albatros reales. También llama la atención la arquitectura victoriana y eduardiana de la época de la fiebre del oro. El único castillo de Nueva Zelanda se posa por encima de la ciudad y desde sus famosos jardines se pueden disfrutar vistas maravillosas. Sal a comprar recuerdos de la zona con artesanías, obras de arte o artículos de lana y cuero.

Aunque su nombre en inglés nos habla de "sonido", Doubtful Sound es, en realidad, un fiordo, que además de considerarse el segundo más largo de Nueva Zelanda, es la segunda atracción turística más famosa de este país. Sin embargo, se queda con el primer lugar por ser el más profundo, ya que tiene más de 1,300 pies de profundidad. Doubtful Sound se asienta sobre el extremo más austral del país y abarca una extensión de 24 millas, a lo largo de la cual pueden apreciarse pequeños islotes y exuberantes montañas cubiertas por selvas tropicales de espesa vegetación, características del lugar. Puesto que el nivel de precipitaciones es muy alto, de hasta 240 pulgadas, no es sorprendente que esta área sea tan frondosa y también es comprensible que la mayoría de los días sean húmedos y nublados, con nubes bajas. Sin embargo, donde hay lluvias también hay arcoíris, lo cual garantiza paisajes espectaculares, especialmente donde se ubican las abundantes cascadas, algunas de las cuales tienen una caída mayor a 2,000 pies. Doubtful Sound también es el hábitat natural de lobos marinos, pingüinos crestados, delfines nariz de botella y ballenas. Incluso hay corales negros que crecen en esta área a poca profundidad (35 pies), gracias a que la luz del sol no puede atravesar la capa superior de agua dulce, intensamente teñida por los taninos de los bosques.

Labrado por glaciares antiguos, Milford Sound, que es un fiordo, es la mayor atracción del Parque Nacional Fiordland y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Solo abarca una extensión de nueve millas desde su inicio hasta el mar abierto, pero lo que le falta en tamaño se ve contrarrestado por su esplendor. Sus colinas verticales cubiertas de frondosas selvas tropicales son el escenario perfecto para estruendosas cascadas, nebulosos arcoíris y las aguas del fiordo, teñidas por los taninos. Debajo de la superficie se encuentra el mayor asentamiento de coral negro del mundo. Cada año, Milford Sound recibe un asombroso nivel de precipitaciones, 22 pies, pero solo cuenta con dos cascadas permanentes: Lady Bowen y Sterling Falls. Dependiendo del clima, las cascadas pueden formarse en cualquier rincón, con lo cual bañan la ladera de la montaña y ofrecen un espectáculo fabuloso. Sobrepasando los 5,555 pies, se encuentra el pico Mitre, la icónica atracción de Milford Sound que debe su nombre a su semejanza con el sombrero de un obispo, denominado mitra (en inglés, el término es "mitre"). Cinco picos individuales dan origen a su característica forma.

Con 25 millas de largo, y cinco millas de ancho en su parte más ancha, el estrecho Dusky es el fiordo más grande y espectacular del Parque Nacional de Fjordland. El Capitán Cook lo bautizó con el nombre de Dusky Sound en 1770, mientras cruzaba su entrada al atardecer. Tres años más tarde, regresó y se quedó 47 días mientras su tripulación reparaba y reabastecía su barco, Resolution, después de navegar 11,000 millas náuticas desde Ciudad del Cabo. Todavía se puede encontrar evidencia de su desembarco en Astronomer's Point, un mirador donde la tripulación removió árboles, para que el astrónomo de la nave pudiera hacer una lectura de las estrellas. Solo se puede acceder al estrecho de Sound en barco o en avión. Su lejanía lo ha convertido en un paraíso para las aves y en un sitio de reproducción para los pingüinos de cresta de Fjordland. Estas criaturas en peligro de extinción se pueden distinguir fácilmente por sus cejas de color amarillo brillante. También se pueden observar otros animales silvestres, como las focas tomando sol en Seal Rock y las ballenas francas australes en la ensenada de Preservation. Al entrar en el estrecho Dusky, es costumbre tomar una determinación al pasar por la isla Resolution, una isla que lleva el nombre del barco de Cook.

El puerto de Sídney es el centro neurálgico de todo lo que hay para ver y hacer. No puedes dejar de recorrer esta área donde está la famosa Ópera. Mira el paisaje de la ciudad, nada en la playa del puerto o cruza el puente del puerto de Sídney. ¿Quieres ver un poco de surf? Toma tu protector solar y tu toalla y pasa el día en la famosa Bondi Beach, o da un paseo panorámico por la costa desde Bondi a Coogee Beach. El distrito The Rocks es la meca de los compradores, donde se encuentran una gran variedad de productos, desde objetos de madera hasta obras de arte únicas con todo el estilo del interior australiano.

El nombre de la ciudad refleja lo que sin duda encontrarás en Eden: un edén natural bellísimo. Situada en la costa accidentada de New South Wales en Australia, Eden está en medio de parques nacionales, áreas silvestres y playas seductoras. Se la considera uno de los mejores lugares de Australia para el cultivo de ostras, así que trae tu apetito. Eden y los paisajes alrededor son ideales para hacer actividades al aire libre, tanto en tierra como en el agua.

Hobart, la ciudad capital de Tasmania, es una mezcla de cultura, lugares históricos y una enorme comunidad artística con una asombrosa belleza natural como telón de fondo. Pasea por Salamanca Place en Sullivan's Cove -una plaza empedrada repleta de galerías de arte, boutiques, restaurantes y música en vivo- para darte una idea de cómo se vive en este lugar. Viaja hasta la península de Tasman para explorar la naturaleza de esta bella isla y, si tienes suerte, ver uno de los famosos demonios de Tasmania.

Una comunidad de artesanos en la costa noroeste de Tasmania, Burnie es famosa por ser una comunidad donde se hacen cosas: quesos artesanales estilo europeo, papeles finos, cerámicas y whisky puro de malta. Rodeadas de áreas silvestres accesibles, en Burnie todavía se pueden ver pequeños pingüinos y ornitorrincos, mamíferos con pico de pato, en su hábitat natural. La vital zona de tiendas llega hasta la playa donde puedes sentarte en un café y pasar el rato observando la vida alrededor.

Melbourne, que supo ser la ciudad más rica del mundo gracias a la fiebre del oro, es la capital cultural de Australia y está repleta de edificios impresionantes, galerías modernas y las mejores boutiques. Saluda a un ualabí o acércate a un koala en un parque de vida silvestre. Siéntete más cerca de la tierra en un paseo por las montañas y la zona rural en la locomotora de vapor Puffing Billy. De regreso en la ciudad, conoce una cultura diferente y visita Chinatown, el barrio chino más antiguo de occidente.

Melbourne, que supo ser la ciudad más rica del mundo gracias a la fiebre del oro, es la capital cultural de Australia y está repleta de edificios impresionantes, galerías modernas y las mejores boutiques. Saluda a un ualabí o acércate a un koala en un parque de vida silvestre. Siéntete más cerca de la tierra en un paseo por las montañas y la zona rural en la locomotora de vapor Puffing Billy. De regreso en la ciudad, conoce una cultura diferente y visita Chinatown, el barrio chino más antiguo de occidente.